Galiza arde, Galiza chora
Impotencia. Impotencia y dolor es lo que siento al ver como
arde mi tierra. Impotencia al verlo desde tan lejos y dolor por los que lo
están viviendo desde tan cerca. Rabia al ver como el fuego arrasa con todo el
verde que durante años ha inundado los paisajes que tanto caracterizan a
Galicia. Me entran ganas de llorar al ver cómo ese verde se transforma en gris
al ser arrasado por un feroz amarillo anaranjado, cómo miles de personas son
desalojadas de sus casas, asustadas, perdiendo todo lo que es suyo, que también
es nuestro.
Galicia arde. Y mientras algunos sufrimos, otros miran hacia otra
parte. Los mismos que antes centraron su vista en nuestra tierra, cegados por
ambición, poder… lo que sea, pero desde luego desde luego careciendo de
cualquier tipo de sensibilidad. Galicia llora, pero esta vez no es la lluvia la
que representa este llanto, ojalá. Galicia llora por sus gentes, por sus casas,
por sus montes… Galicia se rompe por dentro, se queda sin oxígeno, y al resto
se nos parte el corazón. Galicia busca inocente (o no tanto) una respuesta, una explicación
a un fenómeno ya tan repetido que tristemente se convierte en algo esperado
cada año. Pero Galicia sabe, que al otro lado de todo este mar de cenizas, a
pesar de no poder verse, se siente la mano negra que convirtió un día caluroso
de otoño en un infierno para muchos.
De todas formas, entre todo el dolor, la
rabia, la tristeza y las ganas de llorar, yo siento orgullo. Orgullo de la
gente que sale a la calle con cubos de agua, de los que acogen en sus casas a
miles de personas desplazadas, orgullo porque sí, Galicia arde, Galicia sufre,
Galicia llora… pero Galicia nunca se rinde. Y es por eso que bajo el grito de
Nunca Máis, todavía existe un halo de esperanza, la que pone la gente para que
nuestra “costa verdescente” con su característico “verdor cinguido” sigan
caracterizando o noso Fogar de Breogán.
Terrible lo que está sucediendo estos días en Galicia, Paula. No me extraña que escribas tu grito, tu rabia, tu indignación... y también, claro, tu orgullo por la gente generosa y solidria que habita esa tierra verde y preciosa.
ResponderEliminarUn beso y toda mi solidaridad :)
Muchas gracias Julia :) Efectivamente, es terrible, pero en momentos difíciles reconforta ver cómo el pueblo se une contra adversidades como esta. Un beso!
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