Phenomenal woman
Me gustaría comenzar este blog hablando de uno de los últimos libros que he leído, y el cual me ha hecho reflexionar bastante. Conocía algunos de sus maravillosos poemas, pero nunca me había parado a explorar la biografía de la fantástica Maya Angelou. Al terminar de leer "Mom & Me & Mom" experimenté varias cosas a la vez: admiración, empatía, identificación.
La historia de Maya y su relación con su madre demuestra como la figura materna es esencial en la vida de una persona, pero sobre todo en la de una mujer. Una figura fuerte, constante, luchadora es fundamental en el camino que vamos construyendo a lo largo de la vida, sobre todo en un mundo en el que, a pesar de múltiples esfuerzos, las mujeres seguimos estando en un segundo plano en muchas ocasiones. La narración de Maya me hizo despertar, darme cuenta de que por muchas veces que te caigas, tienes que levantarte, seguir hacia delante. Buscar dentro de ti esa voz dormida, despertarla, darle uso. Gritar contra los estereotipos, hacer uso de la indiferencia, de la autocrítica y de la humildad. Pero sobre todo, debemos escuchar a nuestra señora madre, porque la experiencia da la sabiduría, y ellas siempre saben más. Es por ello que una madre es como una estrella a la que seguir en la más oscura de las noches. Siempre será tu guía allá donde estés.
Pero la lección más importante que se puede extraer de esta fantástica autobiografía es que el amor de una madre es infinito. Ella fue la primera persona que conociste, viviste en su interior durante nueve meses y ese es un vínculo difícil de romper. Una madre siempre va a estar a tu lado, en lo bueno y en lo malo. Aunque la rechaces, aunque te esfuerces en apartarla de tu vida (como es el caso de Maya al principio) ella nunca se alejará de ti. Y cuando tu cabezonería cese y decidas acudir a ella de nuevo, te mostrará la mejor de sus sonrisas, entonará la más bella de las canciones y te ofrecerá cobijo en el más dulce y tierno de los abrazos. No hace falta que hables, ella ya sabe lo que te pasa, y sabe muy bien cómo hacer que te sientas mejor. Por eso, por ese amor indescriptible que lo cura todo, este libro se ha convertido en un imprescindible en mi estantería. Porque, a pesar de lo que ya sabemos sobre ella, nunca está mal que nos recuerden su valor, para correr y darle las gracias por ser, simplemente, mamá.
Y como final de esta reflexión, me gustaría citar a Maya en su descripción de ese amor materno:
"Love heals. Heals and liberates. I use the word love, not meaning sentimentality, but a condition so strong that it may be that which holds the stars in their heavenly positions and that which causes the blood to flow orderly in our veins"
Y es que ese amor es energía, la recarga que todos necesitamos de vez en cuando para seguir luchando por todo aquello en lo que creemos.
La historia de Maya y su relación con su madre demuestra como la figura materna es esencial en la vida de una persona, pero sobre todo en la de una mujer. Una figura fuerte, constante, luchadora es fundamental en el camino que vamos construyendo a lo largo de la vida, sobre todo en un mundo en el que, a pesar de múltiples esfuerzos, las mujeres seguimos estando en un segundo plano en muchas ocasiones. La narración de Maya me hizo despertar, darme cuenta de que por muchas veces que te caigas, tienes que levantarte, seguir hacia delante. Buscar dentro de ti esa voz dormida, despertarla, darle uso. Gritar contra los estereotipos, hacer uso de la indiferencia, de la autocrítica y de la humildad. Pero sobre todo, debemos escuchar a nuestra señora madre, porque la experiencia da la sabiduría, y ellas siempre saben más. Es por ello que una madre es como una estrella a la que seguir en la más oscura de las noches. Siempre será tu guía allá donde estés.
Pero la lección más importante que se puede extraer de esta fantástica autobiografía es que el amor de una madre es infinito. Ella fue la primera persona que conociste, viviste en su interior durante nueve meses y ese es un vínculo difícil de romper. Una madre siempre va a estar a tu lado, en lo bueno y en lo malo. Aunque la rechaces, aunque te esfuerces en apartarla de tu vida (como es el caso de Maya al principio) ella nunca se alejará de ti. Y cuando tu cabezonería cese y decidas acudir a ella de nuevo, te mostrará la mejor de sus sonrisas, entonará la más bella de las canciones y te ofrecerá cobijo en el más dulce y tierno de los abrazos. No hace falta que hables, ella ya sabe lo que te pasa, y sabe muy bien cómo hacer que te sientas mejor. Por eso, por ese amor indescriptible que lo cura todo, este libro se ha convertido en un imprescindible en mi estantería. Porque, a pesar de lo que ya sabemos sobre ella, nunca está mal que nos recuerden su valor, para correr y darle las gracias por ser, simplemente, mamá.
Y como final de esta reflexión, me gustaría citar a Maya en su descripción de ese amor materno:
"Love heals. Heals and liberates. I use the word love, not meaning sentimentality, but a condition so strong that it may be that which holds the stars in their heavenly positions and that which causes the blood to flow orderly in our veins"
Y es que ese amor es energía, la recarga que todos necesitamos de vez en cuando para seguir luchando por todo aquello en lo que creemos.
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