“Mal genio” (Le redoutable) de Michel Hazanavicius

El otro día el azar quiso que, al ir al cine, acabara en una pequeña sala en la que se proyectaba un filme francés completamente desconocido para mi hasta entonces: Le Redoutable o Mal genio, del director Michel Hazanavicius, conocido por su obra maestra “The artist”. Acabé en esa sala porque no quedaban entradas para la película que queríamos ver, y como si fuera cosa del destino, acabé descubriendo una película que me maravilló en el transcurso de sus aproximadamente 100 minutos de duración.
La película trata sobre la vida del famoso director de cine francés Jean-Luc Godard, más concretamente, sobre la etapa revolucionaria que vivió en París en los años sesenta y de su relación con su segunda esposa Anne Wiazemsky. La trama de la película me gustó personalmente ya que desconocía ese lado tan revolucionario del director, y sobre todo porque a través de la cámara el espectador se adentra en su caótico mundo, aunque resulta difícil leer la  mente de un Godard que en ocasiones ni se comprende a sí mismo. Por otro lado, la película nos muestra la relación amorosa entre el director y Anne, una joven actriz de tan solo 17 años, que le quiere y le admira. Y el espectador lo sabe, ya que la actuación de Stacy Martin es exquisita en ese sentido: solo con su mirada, dulce, cariñosa y llena de admiración, el espectador puede llegar a sentir todo el amor (inocente pero real) que la joven proyecta hacia Godard. A partir de ahí, ambos personajes van evolucionando en función de los acontecimientos de la época hasta que vemos como, mientras Godard se pierde a sí mismo Anne madura y se encuentra, y descubre que, como el propio Godard anuncia en un momento de la película: “Godard ha muerto”. Si superan o no este bache es algo que tendréis que averiguar yendo al cine a descubrir un filme que os sorprenderá, como lo hizo conmigo.




Pero más allá de la trama principal de la película, quiero resaltar lo que para mi fue la causa de mi admiración durante todo el filme: la cinematografía. Los colores, los contrastes, y las imágenes se fusionan con la historia, los diálogos, los personajes, haciendo de la película una verdadera obra de arte. Algunos ejemplos de esta forma de introducir arte en el cine son, por ejemplo, los primeros planos de Stacy Martin que resaltan su belleza de una forma espectacular; la forma que tiene Wiazemsky de describir el orgasmo entre los protagonistas a través de varios primerísimos planos a los labios de ambos y a sus manos apretando fuerte el colchón, todo en blanco y negro. También me gustaría destacar una escena en la que la pareja se encuentra en una sala de cine y su diálogo se superpone al de la pareja de la película que están viendo, fusionando la película con otra película, o lo que se conoce como metacine. Otra forma de metacine que podemos encontrar es la escena en la que los personajes se encuentran completamente desnudos hablando de su opinión sobre los desnudos en las películas. Y mil ejemplos más sobre cine dentro del cine, cambios de color, contrastes, juegos con melodías dramáticas, mezcla de escenas en negativo, blanco y negro, con otras con unos potentes azules y rojos que nos llevan a una Francia revolucionaria y artística de los años 60 a través de un director de cine que no sólo marcó historia, sino que la vivió y la filmó. En resumen, una película imprescindible para los amantes del buen cine y el arte.


Comentarios

Entradas populares